El 13 de agosto de 1887, el Congreso Nacional aprobó una ley que permitía a los municipios crear juntas de beneficencias para que se encargaran de estos servicios, ayudar a las personas que más lo necesiten. Es por ello, que el Consejo de Guayaquil bajo ordenanza municipal creó la Junta, que sería fundada el 29 de enero de 1888 por varios filántropos, entre ellos Francisco Campos Coello, presidente del Consejo municipal.
Dicho esto, la Junta de Beneficencia de Guayaquil es una de las entidades más antiguas de la urbe porteña y que desde su fundación, en 1888, se ha comprometido en labores sociales para cubrir necesidades de la población ecuatoriana. Juan Xavier Cordovez, actual director de la Junta de Beneficencia de Guayaquil, explicó que esta institución es un reflejo de la unión que ha caracterizado a los porteños cuando atraviesan por una situación difícil, como la pandemia de COVID-19, que afecta a la urbe desde marzo pasado.
Según Juan Xavier Cordovez, “Esta institución ha sabido manejarse con muchísima transparencia y ser un ejemplo de un buen manejo de esos legados, eso ha permitido su permanencia de tantos años. Otro factor es el espíritu filantrópico de muchos guayaquileños y que ha resurgido en el COVID-19”.
Hoy en día la Junta de Beneficencia regenta los hospitales Luis Vernaza, del niño Roberto Gilbert y de la mujer Alfredo G. Paulson; el cementerio Patrimonial y el Panteón Metropolitano; los hogares Manuel Galecio (en Alausí, provincia de Chimborazo) y Calderón Ayluardo, el establecimiento educativo José Domingo de Santistevan, el Instituto de Neurociencias y los asilos El Bien Público y Hogar Corazón de Jesús.
Cordovez destacó la importancia de los hospitales en la formación de cientos de médicos. “Nuestros hospitales atienden en un gran porcentaje a no guayaquileños y una de las grandes obras es que son centros de educación de la mayoría de médicos de Guayaquil y del país”, manifestó. (JRV)
