«Venir a trabajar con ese miedo… no, no dan ganas de venir. No se alcanza a pagar el arriendo»…
El pasado domingo 13 de julio en el sector de la Alborada, norte de Guayaquil, una familia se despidió de un negocio con 20 años de labores. La picantería «La Barceloneta» cerró su local por extorsiones y amenazas, asegurando que no son los únicos que están siendo victimas de la inseguridad que atraviesa la Urbe Porteña.








