El Gobierno de Estados Unidos aprobó un nuevo impuesto del 1 % sobre las remesas enviadas desde su territorio hacia países extranjeros, incluido Ecuador, medida que entrará en vigencia a partir del 1 de enero de 2026.
Remesas como salvavidas de las familias ecuatorianas
Ecuador depende en gran medida de las remesas: en 2024 recibió más de US$ 6.500 millones, de los cuales aproximadamente US$ 4.804 millones provinieron solo de Estados Unidos.
En el primer semestre de 2025 el flujo hacia el país rondó cifras récord, lo que evidencia la magnitud del impacto que tendrá la nueva carga impositiva.
Según estimaciones de analistas, la introducción de este impuesto podría reducir el ingreso neto que reciben cientos de miles de hogares ecuatorianos, en especial en provincias dependientes del envío de remesas para subsistencia.
Impacto social y riesgo para el consumo doméstico
El impuesto pone en riesgo el poder adquisitivo de muchas familias: esos recursos suelen destinarse a gastos básicos como alimentación, salud, educación o vivienda.
Para quienes envíen dinero desde EE. UU., sumado al recargo del 1 %, se mantendrán las comisiones tradicionales de servicios de envío, lo que puede incrementar considerablemente el costo total.
Economistas advierten que la medida podría generar una caída en el consumo en Ecuador, afectar la inversión familiar y agravar las desigualdades sociales, especialmente en zonas rurales o con menor acceso a recursos económicos.
