PRESIDENTE INICIA GIRA INTERNACIONAL EN MEDIO DE CUESTIONAMIENTOS INTERNOS Y BÚSQUEDA DE RESPALDO POLÍTICO Y FINANCIERO

Gira

El Presidente de la República inició este 3 de diciembre una gira internacional que, según el Gobierno, tiene como eje central reforzar la cooperación y atraer inversiones. Sin embargo, el viaje se desarrolla en un momento de fuerte presión interna, marcado por cuestionamientos al manejo económico, tensiones con gobiernos locales y una agenda legislativa estancada.

La gira contempla visitas a Estados Unidos, España y Emiratos Árabes Unidos, países clave para la obtención de apoyo financiero y el reposicionamiento internacional del Gobierno. No obstante, analistas señalan que el Ejecutivo busca también oxigenar su imagen política frente a la creciente insatisfacción ciudadana y las críticas sobre su capacidad de gestión.

En Estados Unidos, el Mandatario prevé reuniones con autoridades del Departamento de Estado y del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en un intento por asegurar nuevas líneas de crédito y fortalecer acuerdos en materia de seguridad. La búsqueda de financiamiento externo es interpretada por sectores políticos como una señal de la fragilidad fiscal que enfrenta el país.

La agenda en España incluye encuentros con representantes gubernamentales y con la comunidad migrante ecuatoriana, mientras que en Emiratos Árabes Unidos se espera avanzar en compromisos de inversión en energías renovables y cooperación financiera, áreas donde el Gobierno intenta mostrar avances pese al clima político interno.

Desde la Secretaría de Comunicación SEGCOM se insiste en que el viaje es “estratégico” y que busca consolidar alianzas internacionales que permitan sostener la agenda económica del 2026. Sin embargo, voces críticas sostienen que la gira pretende reducir la presión política local en momentos en que organizaciones sociales, gobiernos seccionales y diversos sectores productivos demandan respuestas más claras a la crisis.

La gira internacional se extenderá por varios días y será un termómetro del respaldo externo que el Gobierno pueda sumar, en contraste con el escenario interno donde las tensiones continúan en aumento.

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