La polémica por la supuesta contratación entre el Gobierno, el IESS y la empresa estadounidense HealthBird crece mientras el Ejecutivo mantiene silencio frente a los pedidos de transparencia.
Aunque el presidente Daniel Noboa anunció en varias ocasiones que el sistema de citas médicas digitales ya había sido adjudicado a HealthBird a través de la CNT, asambleístas oficialistas aseguraron esta semana que “no existe un solo contrato firmado” y que, por tanto, no hay nada que fiscalizar. La versión contradice directamente los anuncios previos del propio Gobierno.
La oposición, encabezada por la RC, solicitó a la Contraloría un examen especial, mientras la Comisión Nacional Anticorrupción advirtió posibles irregularidades y pidió que se publique el expediente completo del proceso.
Hasta ahora, ni la Presidencia ni el IESS han explicado si el contrato existe, cuál es su monto final estimado en más de USD 37 millones de dólares, ni por qué no aparece en los portales de contratación pública.
El Gobierno mantiene silencio, aumentando las dudas sobre un proceso que, sin respuestas oficiales, se perfila como un posible contrato fantasma.
Ante la opacidad del proceso, varias voces han levantado alertas:
La asambleísta Viviana Veloz (de la bancada Revolución Ciudadana) solicitó a la Contraloría General del Estado (CGE) un examen especial al contrato del IESS con CNT-HealthBird, alertando sobre posibles irregularidades, falta de competencia en la adjudicación y excesos en el monto comprometido.
La Comisión Nacional Anticorrupción (CNA) envió una carta a la Vicepresidencia para expresar su preocupación por lo que considera un proceso de contratación “de incierta transparencia”, alertando que en los últimos años decenas de contrataciones del sector salud adolecieron de irregularidades.
Distintas organizaciones de control han demandado que se aclare si existe contrato, su fecha de firma, responsables, y sobre todo, en caso de que esté formalizado, que se publique toda la documentación técnica y financiera vinculada.








