Los cortes de energía eléctrica en Ecuador han incrementado el riesgo de incendios, especialmente en sectores con conexiones antitécnicas o clandestinas. Estas instalaciones, que suelen estar hechas con materiales inadecuados, se sobrecalientan al restablecerse el suministro eléctrico, lo que puede provocar cortocircuitos y desatar incendios devastadores.
Incidentes recientes por cortocircuitos
- Guayaquil, noviembre 2024:
- En el norte de la ciudad, una mujer de 70 años logró salvarse de un incendio que consumió su vivienda durante un apagón.
- En el sur, una niña de seis años falleció por asfixia el pasado 11 de noviembre cuando un incendio, originado tras un apagón, arrasó su hogar.
Estos casos evidencian las consecuencias trágicas que los apagones pueden tener en áreas vulnerables donde las conexiones eléctricas no cumplen con los estándares de seguridad.
Conexiones clandestinas: un peligro latente
En zonas de invasión en Guayaquil, donde existen al menos 25 asentamientos ilegales, muchas viviendas obtienen electricidad mediante cables enganchados directamente a postes de alumbrado público. Estas conexiones:
- Usan materiales improvisados, como cañas, plásticos, botellas y hojas de zinc, para sostener los cables.
- Exceden la vida útil de los conductores, lo que los hace propensos a sobrecalentamientos y cortocircuitos.
- Incrementan el riesgo de incendios al no tener fusibles ni protecciones adecuadas.
Una amenaza creciente durante los apagones
Cuando regresa la luz tras un corte, el aumento repentino de corriente puede sobrecargar estos sistemas precarios, generando una chispa que inicia un incendio. Según especialistas, este problema es particularmente grave en zonas de alta densidad poblacional y pobreza.
Llamado a la acción
- Distribuidoras eléctricas: Urge un control más riguroso de las conexiones ilegales, combinando operativos con campañas de regularización.
- Gobierno: Implementar programas para garantizar acceso seguro y legal a la electricidad en zonas vulnerables.
- Ciudadanos: Tomar conciencia sobre los riesgos de las conexiones clandestinas y reportar irregularidades.
Los apagones no solo exponen la fragilidad del sistema eléctrico ecuatoriano, sino también la necesidad urgente de soluciones que garanticen la seguridad en las comunidades más afectadas.