Desafiando enormes medidas de seguridad, miles de personas asistieron ayer a las conmemoraciones por Mahsa Amini fue una mujer iraní de origen kurdo que fue arrestada y presuntamente torturada por la policía por no usar su hiyab correctamente. En su ciudad natal, 40 días después de su muerte. Las fuerzas de seguridad abrieron fuego contra los manifestantes y dispararon gas lacrimógeno contra la multitud que se había reunido en Saqqez. Pero las protestas, en las que participan mujeres y hombres, de todas las edades, no cesan, sino que han ido ganando en intensidad y amplitud.
La detención de la joven Mahsa Amini, de 22 años, a manos de la policía moral por no cumplir con las leyes del velo y su posterior muerte bajo custodia desataron el 16 de septiembre la indignación popular. Ayer se conmemoraban 40 días de su muerte, un ciclo de luto -el Arbaín- con gran significación entre los chiíes, que es la rama del islam mayoritaria que se sigue en Irán. Para marcar este día, miles de personas peregrinaron a la tumba de la joven en Saqqez (en el Kurdistán iraní) y otras tantas se concentraron en las principales ciudades del país. Las fuerzas de seguridad abrieron fuego contra los dolientes y usaron gases lacrimógenos contra los manifestantes urbanos.
Con una brutal represión, como ya aplicó en 2009 y 2019. Las organizaciones iraníes en el exilio contabilizan al menos 234 muertos, entre ellos al menos 23 menores, a manos de las fuerzas de seguridad, que se emplean contra los manifestantes con munición real. Hay 12.000 detenidos y decenas de disidentes políticos han sido encarcelados preventivamente. Decenas de menores han sido arrestados y llevados a centros de reeducación. Internet está cortado y no se permite el acceso de los periodistas para que no haya testigos.
El Mundo: https://www.elmundo.es/internacional/2022/10/27/63595d91e4d4d8762a8b45c9.html
