GENES SALTARINES SERÍAN LA CLAVE PARA CONTRARRESTAR EL ENVEJECIMIENTO
Los cromosomas, dedujo estudiando el maíz, no eran cadenas fijas y estables de información, sino que contenían trozos de ADN que saltaban de un lado al otro. Estos “genes saltarines” o elementos transponibles, también conocidos como transposones, son fundamentales para comprender, por ejemplo, enfermedades complejas como el cáncer o ciertos trastornos degenerativos neurológicos. Aunque fueron descritos por primera vez a finales de la década de 1920 por McClintock, la comunidad científica no supo -¿o quiso?- ver su importancia hasta décadas después, y la citogenetista recibió finalmente el Nobel de Medicina en 1983. Cuál es su vínculo con el envejecimiento Sturm…